Paula Navarro, fotógrafa de calle: «Sacar este tipo de fotos significa dar dignidad a los otros»
Por: Meritxell Freixas @MeritxellFr | Publicado: 03.06.2017
La artista chilena presenta este sábado su muestra «Tercer Ojo» en San Fernando. Una oportunidad para conocer una obra y mirada desde las calles de Santiago de aquello que normalmente no vemos.
Lo cotidiano, lo más discreto, lo que no se ve. Ahí es donde tiene puestos el foco y el objetivo la fotógrafa chilena Paula Navarro. A pesar de que las fotografía la atrajo desde pequeña, esta santiaguina nacida en Villa Francia e “hija orgullosa de madre soltera” –tal y como ella misma se presenta en su sitio web–, nunca pensó en dedicarse a eso. Su click llegó cuando alguien le preguntó qué le gustaba hacer por y para ella. “Parece que fue lo que estuve esperando toda la vida, hacerme una sencilla pregunta, con una sencilla respuesta”, dice.
A partir de ese momento, el afán de aprender de Paula la llevó a compaginar estudios y trabajo, bajo un ritmo que cada vez se volvía más difícil de sobrellevar: “Las lucas y el tiempo condicionaron mucho mi formación. Nunca postulé a ningún crédito para estudiar porque no quería quedar endeudada forever», explica. Sin ningún ánimo de rendirse, cuando ya no dio para más, siguió su carrera como autodidacta.
Las escenas que captura Paula son del aquí y el ahora, de lo que acaba de pasar y nadie vio, de las historias del día a día. Pero lo que de verdad hace que su mirada sea especial es la sensibilidad que transmite en cada retrato, ese mensaje que se esconde en sus imágenes. Las fotos de Paula Navarro hablan. Cuentan relatos de lucha, de supervivencia, de empoderamiento, de felicidad, de humildad. “Hay algo de mi en cada una de ellas”, reconoce.
A sus 36 años, confiesa vivir muy feliz y “sin rollos con la edad”. Su jornada se divide entre el trabajo en un call center para mantenerse y juntar plata y la dedicación a la fotografía: exposiciones, talleres, salidas a terreno. “Me encantaría vivir de eso, pero todavía no puedo”, lamenta. Aunque eso no la detiene. Paula es perseverante, decidida y no tira la toalla sin antes dar la pelea. Y darla hasta el final. Su siguiente objetivo, previsto para el próximo año, es viajar a España. Quiere aprender, intercambiar y conocer los proyectos que existen al otro lado del globo en torno a la fotografía. Mientras esto no llega, en Chile presenta un compilado de sus obras en la Galería de Arte el Zaguán de San Fernando.
¿De qué va “Tercer Ojo”?
El título de la exposición nació de una entrevista que leí de la fotógrafa chilena Julia Toro. Me sentí muy reflejada en su mirada y decidí denominar “Tercer Ojo” a mi trabajo fotográfico de calle. Es un título amplio que tiene que ver con mirar la cotidianidad y detenerme en lo que habitualmente la gente no se detiene, apreciar lo cotidiano que suele pasar totalmente desapercibido. Sin embargo, creo que hay un mundo ahí, en las personas, en su día a día.
La otra cosa importante es que una de las cosas fundamentales que me invitó a exponer en San Fernando, a parte de la gente de la galería, es que Santiago no es Chile. En regiones hay poco espacio para el arte en general, para que los jóvenes puedan crear y tener espacios conocer la fotografía, la pintura… Esto no se fomenta desde las políticas locales, desde las autoridades que podrían tomar decisiones e invertir en eso. Esta galería donde expondré es un proyecto levantado con puro trabajo y sacrificio, de gente que está detrás por amor al arte y, para mí, eso es muy valioso.
¿Qué es para ti la fotografía de calle?
Para mí implica andar por la vida y detenerme a mirar lo que hacen los otros, no sólo pararme a mirar lo que pasa en mí. Es como reconocerme a través del otro, me voy mirando y me voy reconociendo en mi pasado, en mi historia, en lo que me contaron mi mamá, mi abuela… Es como buscar tu árbol genealógico a través de los otros. Conocer otras vidas te permite ser más consciente de lo que está a tu alrededor. Cuando estoy sacando fotos en la calle me acerco a las personas. Les pregunto y hablo con ellos. Generalmente mi fotografía es conversada y no es la foto simple, hay algo más. Es un conocer y reconocerte en el entorno.
La calle está siempre moviéndose, la gente va cambiando, van pasando cosas constantemente. Hay un escenario y de repente pasa alguien y te cuenta más de esta historia. De hecho, todo termina contándote algo.
Bajo esta mirada de la calle, Santiago ha tenido un protagonismo muy evidente en tu trabajo. ¿Qué rescatas, a través de la foto, de Santiago?
Sí, es como recorrer los lugares que he ido conociendo. Santiago es lo más cercano porque vivo acá. De hecho yo me aprendí a reconocer con Santiago. Antes no me gustaba, quería irme de aquí, me aburría tanta gente, quería más tranquilidad. Pero cuando empecé a conocer y a caminar la ciudad me cambié mi mirada y me encantó. Me encontré con otra cosa: gente, historias, arquitectura, rincones… Eso lo hace súper llamativo e interesante de documentar.
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