Paula Navarro: “No tenemos curadoría, respetamos la propuesta de cada fotógrafa”
Por Héctor Muñoz
junio 21, 2021
En enero cumplió cuarenta años y su orgullo es ser hija de una madre soltera. Su cédula de identidad indica que se llama Paula Lizama, pero, como jamás conoció a su padre, optó por llevar el apellido materno, Navarro, en homenaje a la dama “honrada, humilde, fuerte, sencilla, cariñosa y luchadora” que le dio todo.
Desde pequeña sintió inquietud por los movimientos de una tía que tomaba las fotos familiares y luego, ya joven, adquirió su primera cámara análoga. Estudió fotografía en medio de los tiempos que le dejaba el trabajo, pero, cuando ya no pudo cancelar los aranceles que atormentaron a su generación, se volvió autodidacta. Ya tenía claro que, palabras más o palabras menos, sería una artista callejera, una retratista de la urbe.
Por invitación de espacio Diana, en 2018 Paula Navarro organizó una exposición femenina para el Día Internacional de la Mujer, el 8M que marcó aquel marzo anticipatorio. “Fue tal la cantidad de personas que nos visitó, fue tan bien recibida la selección de fotógrafas, que no paramos más”, dice la fundadora del proyecto Mirada de Mujer (Miram), que este jueves 24 de junio lanzó su tercer ciclo, que incluye trabajos de 11 fotógrafas, en Perrera Arte.
“Aprendimos mucho en el camino y seguimos haciéndolo, generando equipos de trabajo, delegando y confiando en la gestión que hacen nuestras compañeras. Hay que entender nuestros tiempos y dar espacio a compartir nuestras emociones también”, dice Paula Navarro. “Sabemos que estamos haciendo algo importante. Es interesante la orgánica que hemos creado a pulso y autogestión. Queremos visibilizar la mirada fotográfica de mujeres a través de exposiciones colectivas y, en este acto, democratizar el acceso a las obras”, agrega.
-¿Hay alguna de las fotógrafas de la comunidad que te sorprenda en particular?
-Todas me conmueven de algún modo, no podría elegir a una, son tan diferentes entre sí. Sus procesos creativos son tan íntimos. Cuando comienzas a conocerlas, le das más profundidad a su trabajo, eso me pasó al descubrir a la mujer detrás de la foto. La retroalimentación es contante, trabajan temas tan contingentes, humanos, íntimos, viscerales, poéticos, sociales, tan desde aquello que las conmueve y las interpreta como género, que solo puedo seguir aprendiendo y maravillándome con cada una.
-¿Cuánto marca a vuestra agrupación la agresión sufrida por Nicole Kramm, quien perdió parte de la visión durante el estallido social?
-Nos marcó brutalmente, nos removió el alma, sufrimos mucho cuando supimos lo sucedido a la Nico. Una impotencia gigante, por la brutalidad de los acontecimientos de ese período. A eso hay que sumarle que le pasara a una de nuestras compañeras, fue muy fuerte. Pero nos organizamos rápidamente para hacer algo y apoyarla, aparte de la contención emocional, con una gran rifa que aportó a los gastos que significaron perder casi en su totalidad la vista del ojo izquierdo. Siendo fotógrafa, para ella la visión es una herramienta de trabajo. Muchas de nosotras aportamos con obras como premios y la rifa tuvo mucho apoyo, porque quienes conocemos a la Nicol sabemos lo consecuente de su trabajo. Ella estaba reporteando todos los días en la primera línea, es una mujer muy comprometida con lo social y su trabajo fotográfico habla por ella. Posterior a eso se dedicó activamente al trabajo con las víctimas de trauma ocular, que al igual que en su caso fueron generados por el Estado de Chile. Es admirable la manera en que se reinventa contantemente. Tiene un proyecto fotográfico hermoso con quienes perdieron la visión como ella. Es conmovedora su manera de retratar a los otros.
Imagen principal: Paula Navarro
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